#2 ¿Sabías que...

...llevar gafas no hace que la graduación aumente?

Mucha gente piensa que el hecho de llevar gafas, provocará que cuando se las quiten, su visión habrá empeorado.
 Esto es un falso mito, las gafas sólo nos ayudan a ver correctamente. Cuando nos acostumbramos a ver bien con las gafas, nos olvidamos de lo mal que veíamos sin ellas, y por eso, tenemos la sensación de que nuestra visión ha empeorado.

No obstante, cada caso debe ser comprobado por un médico optometrista.



Texto adaptado por Centro Optico Roberto de Revista Salud Visual28


¿Hasta que edad puede aumentar la miopía?


 
¿Hasta que edad puede aumentar la miopía?

La miopía aumenta por varios factores: por el crecimiento de los ojos, por un exceso de acomodación en la visión cercana o por cambios en el propio metabolismo que alteran los medios internos del ojo.
Realmente no existe una edad concreta que determine el freno de la progresión de la miopía. 
Sabemos que determinadas tendencias, condiciones del trabajo o cambios metabólicos, pueden ser factores de riesgo que pueden conseguir que la miopía siga aumentando.



Texto adaptado por Centro Optico Roberto de Revista Salud Visual28



El tabaco, ni verlo

 El tabaco, ni verlo
 
Fumar aumenta el riesgo de padecer problemas oculares
Como todos sabemos, el tabaco es el enemigo número uno de nuestra salud. Sin embargo, no solemos ser tan conscientes del nculo entre el tabaquismo y la salud de nuestros ojos.
El tabaco aumenta considerablemente el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad, la principal causa de ceguera irreversible en los países desarrollados, y además puede ocasionar y agravar otras condiciones oculares.

Entre las enfermedades oculares asociadas con el tabaquismo podemos encontrar:


Degeneración macular asociada a la edad

Fumar duplica el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad en las células de la mácula, la zona de la retina responsable de los detalles en el centro de nuestro campo de visión. 
Además, fumar incrementa el riesgo de sufrir todos los tipos de DMAE y de experimentar recaídas tras el tratamiento.
Esta patología consiste en que la visión central se muestra progresivamente más borrosa o distorsionada. La evolución puede suceder a corto o largo plazo. Por eso, es frecuente que la DMAE pase desapercibida cuando afecta a un solo ojo. En fases avanzadas, se percibe un punto negro, o ciego en el centro de visión.
Además de dejar de fumar, para prevenir la DMAE se recomienda examinarse regularmente la vista, llevar gafas de sol y sombreros al aire libre, comer sano y prestar atención a cualquier defecto visual.

Cataratas

Las cataratas se vinculan con el proceso de envejecimiento. Consisten en una opacidad del cristalino que impide el paso adecuado de la luz en el ojo, lo que puede desembocar en una pérdida de visión. Aunque sus causas no están claras, está demostrado que los fumadores tienen hasta 3 veces más probabilidades de desarrollar la forma más común de cataratas.

Uveítis

La uveítis es la inflamación de la úvea, la capa pigmentada que contiene el iris. Esta enfermedad daña estructuras clave del ojo, incluidos el iris y la retina, y puede provocar cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina. Está demostrado que los fumadores tienen notablemente más probabilidades de padecerla.

Retinopatía diabética

En pacientes diabéticos, fumar aumenta la probabilidad de padecer retinopatía diabética. Ésta enfermedad consiste en un deterioro de los vasos sanguíneos de la retina que puede ocasionar una pérdida visual considerable, ya que el ojo pierde líquido y, en consecuencia, las imágenes llegan menos nítidas al cerebro.

Ojos secos e irritación
El humo del tabaco contiene irritantes que alteran la película lagrimal, incluso en fumadores pasivos, agravando los síntomas de ojos secos, o las condiciones oculares alérgicas, y en ocasiones llevando a un enrojecimiento crónico, en particular si se utilizan lentes de contacto.
 Los fumadores tienen el doble de probabilidad de sufrir "ojo seco".

Condiciones vasculares 
 El tabaco favorece el desarrollo de la aterosclerosis o endurecimiento de las arterias, lo que suele agravar las condiciones vasculares de los ojos. La oclusión de los vasos sanguíneos y el daño al nervio óptico pueden causar una pérdida visual significativa.

Otras patologías
El tabaco influye en la aparición de otras condiciones como la enfermedad ocular tiroidea o la neuropatía óptica.

Durante el embarazo...

Fumar incrementa el riesgo de aparición de ciertos problemas oculares como el estrabismo o un desarrollo deficiente del nervio óptico. Además aumenta la probabilidad de dar a luz prematuramente, hecho que se vincula con la retinopatía del prematuro, enfermedad que puede provocar ceguera.