El tabaco, ni verlo
![]() |
Fumar aumenta el riesgo de padecer problemas oculares |
El tabaco aumenta considerablemente el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad, la principal causa de ceguera irreversible en los países desarrollados, y además puede ocasionar y agravar otras condiciones oculares.
Entre las enfermedades oculares asociadas con el tabaquismo podemos encontrar:
Degeneración macular asociada a la edad
Fumar duplica el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad en las células de la mácula, la zona de la retina responsable de los detalles en el centro de nuestro campo de visión.
Además, fumar incrementa el riesgo de sufrir todos los tipos de DMAE y de experimentar recaídas tras el tratamiento.
Esta patología consiste en que la visión central se muestra progresivamente más borrosa o distorsionada. La evolución puede suceder a corto o largo plazo. Por eso, es frecuente que la DMAE pase desapercibida cuando afecta a un solo ojo. En fases avanzadas, se percibe un punto negro, o ciego en el centro de visión.
Además de dejar de fumar, para prevenir la DMAE se recomienda examinarse regularmente la vista, llevar gafas de sol y sombreros al aire libre, comer sano y prestar atención a cualquier defecto visual.
Cataratas
Las cataratas se vinculan con el proceso de envejecimiento. Consisten en una opacidad del cristalino que impide el paso adecuado de la luz en el ojo, lo que puede desembocar en una pérdida de visión. Aunque sus causas no están claras, está demostrado que los fumadores tienen hasta 3 veces más probabilidades de desarrollar la forma más común de cataratas.
Uveítis
La uveítis es la inflamación de la úvea, la capa pigmentada que contiene el iris. Esta enfermedad daña estructuras clave del ojo, incluidos el iris y la retina, y puede provocar cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina. Está demostrado que los fumadores tienen notablemente más probabilidades de padecerla.
Retinopatía diabética
En pacientes diabéticos, fumar aumenta la probabilidad de padecer retinopatía diabética. Ésta enfermedad consiste en un deterioro de los vasos sanguíneos de la retina que puede ocasionar una pérdida visual considerable, ya que el ojo pierde líquido y, en consecuencia, las imágenes llegan menos nítidas al cerebro.
Ojos secos e irritación
El humo del tabaco contiene irritantes que alteran la película lagrimal, incluso en fumadores pasivos, agravando los síntomas de ojos secos, o las condiciones oculares alérgicas, y en ocasiones llevando a un enrojecimiento crónico, en particular si se utilizan lentes de contacto.
Los fumadores tienen el doble de probabilidad de sufrir "ojo seco".
Condiciones vasculares
El tabaco favorece el desarrollo de la aterosclerosis o endurecimiento de las arterias, lo que suele agravar las condiciones vasculares de los ojos. La oclusión de los vasos sanguíneos y el daño al nervio óptico pueden causar una pérdida visual significativa.
Otras patologías
El tabaco influye en la aparición de otras condiciones como la enfermedad ocular tiroidea o la neuropatía óptica.
Durante el embarazo...
![]() |